Pages - Menu

Inicio

viernes, 31 de marzo de 2017

La esposa que no soy

No se si es que a ustedes les ha pasado pero cuando Sergio y yo estábamos ya muy cerquita a casarnos me puse a soñar despierta en la esposa que quería ser. No para él, no para mí, sino para nuestro matrimonio. Es más, los primeros meses de casados si me acerqué mucho a ese plan loco que tenía en la cabeza (hasta tenía tiempo de ir a comprar flores todas las semanas a mi casera de El Edén) pero eso duró poco. Entre el trabajo que poco a poco fue aumentando, las salidas al cine o a cenar y la misma flojera fueron que poco a poco vaya dejando de tratar de tener todo perfecto. Hoy, después de 7 años de matrimonio, más que tener claro la esposa que quiero ser tengo claro la esposa que no soy y les cuento ahora: 
  • No soy la que mantiene la casa perfecta todos los días. Es más, entro en pánico cuando tenemos visitas sorpresa porque siempre hay que ordenar de manera veloz por lo menos la sala y el comedor (y ahora con Mapi cargada).
  • No soy la que cocina maravillas culinarias, a pesar de haber llevado varios cursos de cocina.Tengo mis platos top que son los más sencillos y rápidos de preparar en la noche después de que Mapi se durmió.
  • No soy la más ordenada. Lucho contra eso todos los días de mi vida pero de pronto me dan arranques de orden y pongo la casa de cabeza.
Si, se que lo que estoy contando no es para que sea el fin del mundo pero yo soñaba con ser esa súper mujer que podía ir a trabajar, cuidar a los hijos, preparar la cena y tener la casa hecha un anís cuando, sobre todo ahora, muchos días con las justas tengo fuerzas para cocinar y por lo menos una vez a la semana pedimos comida chatarra para almorzar al día siguiente. Ahora, así como se lo que no soy se muy bien la esposa que si soy:
  • Soy la que odia planchar la ropa y guardarla.
  • Soy la que tiene que dormir con la tele prendida así que no dejo que Sergio duerma hasta que yo estoy ya soñando con los angelitos.
  • Soy la que deja sus cremas y maquillaje por todos lados.
  • Soy la que mandó a hacer un porta zapatos increible pero a veces puden haber 5 pares de zapatos en el cuarto.
  • Soy la última en estar lista, siempre.
  • Soy la que se emociona tanto comprando cosas para Mapi que a veces gasta más de la cuenta.
Para este momento ya deben estar pensando que Sergio es un santo para aguantarme (en realidad es un bueno y me tiene muuuuuucha paciencia) pero todavía no me juzgues que también soy: 
  • La que trata de darle la mayor cantidad de besos y abrazos posibles a Sergio y a Mapi. Lo siento chicos si es que me despido 3 veces antes de irme a trabajar pero los extraño desde que cierro la puerta.
  • Soy la que sale como una loca de la oficina para ir a recoger a Mapi del nido.
  • Soy la que trata de esperar despierta a Sergio cuando llega tarde de trabajar, aunque a veces él termine conversando con Claudia zombie y que al día siguiente no me acuerde de nada.
  • Soy la que espera con ansias los sábados que es nuestro día casi completo juntitos los tres.
  • Soy la que por sobre todas las cosas va a hacer siempre lo imposible porque estemos unidos y nunca nos falte amor.

Definitivamente estoy lejos de ser la esposa y mamá perfecta pero lo que si se es que durante los años que Sergio y yo tenemos juntos hemos cometido errores, nos hemos peleado, hemos pasado por problemas económicos, hemos tenido puntos de vista diferentes pero hemos sabido escucharnos, perdonarnos, entendernos y tenemos claro que mientras tengamos amor y a Dios como guía acompañando nuestro camino todo saldrá siempre bien. 










lunes, 13 de marzo de 2017

El peor error que he cometido desde que nos casamos

Debo de reconocer que soy despistada y atolondrada (lo sé, mala combinación) pero el peor error que he cometido desde que Sergio y yo nos casamos ocurrió cuando recién habíamos cumplido un año de casados. 

Sergio y yo no tuvimos luna de miel. No porque no quisiéramos sino porque en ese momento ya no nos alcanzó el presupuesto (qué pena que hace 7 años no existía Novios a Bordo!). No hubo drama al respecto, nos casamos un viernes 15 de enero, pasamos el fin de semana en el Hotel Spa Golf Los Inkas y el lunes ya estábamos de regreso en el trabajo (gracias a los puntos que habíamos acumulado en nuestra lista de novios de Ripley). Sabíamos que tendríamos nuestra luna de miel en algún momento y con el paso de los meses acordamos que viajaríamos en febrero del 2011. Con las fechas ya claras empecé a buscar la mejor opción para nosotros. Los puntos claves eran: un destino lindo, un hotel hermoso y que todo esté dentro de nuestro presupuesto. Aunque ustedes no lo crean encontramos lo que queríamos! Un día en el periódico salió una hoja llena de paquetes turísticos con diferentes destinos nacionales y fue así decidimos que viajaríamos a Vichayito. Me puse en contacto con la agencia de viajes, hice las coordinaciones, pedimos vacaciones y ya solo faltaba esperar que llegue el 18 de febrero para ir al aeropuerto para iniciar nuestro viaje.

Llegó el día esperado y ya con maletas listas nos fuimos al aeropuerto. Grande fue nuestra sorpresa cuando llegamos al counter para hacer check in y nos dijeron que no estábamos registrados para tomar ese vuelo, ¡No podía ser! ¿Será que la agencia nos estafó? Yo ya estaba empezando a molestarme cuando saqué la hoja con los boletos que nos había enviado la agencia cuando la señorita del counter nos dice: "pero estos boletos son para marzo" ¿¿¿¿¿¿¿¿QUÉ??????? Grande fue nuestra sorpresa cuando efectivamente leí el boleto y efectivamente estaban para exactamente dentro de un mes. Yo me quería morir y no quería ni voltear para mirar la cara que tenía Sergio. Obviamente, no había nada que hacer así que tuvimos que dar media vuelta y regresar a la casa (y pedir que nos pasen las vacaciones para el mes siguiente). ¿Qué había pasado? Al momento que estuve intercambiando correos con la agencia y les di las fechas en las que queríamos viajar ellos me indicaron que no tenían esa fecha y me ofrecieron otra que yo juraba era en el mismo mes en el que queríamos viajar, yo acepté y cuando me mandaron los boletos no los revisé y tampoco se los mandé a Sergio para que de su último OK. 

Cuando al fin viajamos la pasamos increible! Nos gustó tanto Vichayito que terminamos quedándonos un par de noches más. 

Desde esa ocasión si me he encargado de organizar otros viajes pero ahora con mucha más calma, revisando y leyendo 20 veces todo y siempre coordinando con mi mejor compañero (Sergio) para que algo así no vuelva a ocurrir. Definitivamente esta es una historia que vamos a contarle a Mapi cuando sea más grande! 

Aquí les dejo algunas fotos del recuerdo <3